El arte nos une, nos separa. El arte refleja y en sí mismo denota valor, da un simbolismo y deja plasmar emociones. El arte nos sale, se nos sale. El arte nos hace únicos, y asimismo pertenecer. Darnos lugar a sentir, experimentar y sanar emociones, las cuales no sabemos ni que existen. El arte nos da un futuro, también pasado. El arte nos da vida, y muerte. El arte nos destruye y nos vuelve a armar, así como un rompecabezas. Nos enseña a no huir del dolor, dibujándolo, rompiéndolo, gritándolo y sintiéndolo. Así como los que sentimos a medianoche, donde estamos frente a un papel y dejamos a todos esos monstruos salir. Reivindicando nuestra creatividad, nuestro dolor y nuestros pensamientos.